Archivo de la categoría: ACTUALIDAD

Una pérdida irreparable para la cultura africana

Estándar

Por Nvunda Tonet (Folha 8)*

Sindika Dokolo, marido de la empresaria angoleña Isabel dos Santos, murió a los 48 años en Dubái, el 29 de octubre de 2020, ahogado, mientras hacía inmersión subacuática, una actividad que practicaba con frecuencia.  Era un coleccionista de arte y empresario natural de la República Democrática del Congo y poseía una de las más importantes colecciones de arte contemporáneo africano, con cerca de 3000 obras.  Fue condecorado por la Cámara Municipal de Oporto (Portugal) en 2015 y creó la Trienal de la Luanda, un movimiento cultural que rescató la música angoleña urbana hecha por los conjuntos históricos.

Pasó la infancia entre Bélgica y Francia.  Frecuentó el Liceo Saint Louis de Gonzague en París, donde concluyó la formación secundaria, y se licenció en Economía, Comercio y Lenguas Extranjeras en la Universidad de Pierre y Marie Curie. Inspirado por su padre, amante del arte, comenzó su colección cuando tenía 15 años y, más tarde, creó la Fundación Sindika Dokolo, con el fin de promover las artes y los festivales culturales en Angola y otros países.

Es en este contexto que desarrolló la Trienal de Luanda, en cuya tercera edición presentó más de 20 grupos en un espectáculo de danza sobre la égide del Amplio Movimiento de Revitalización de la Danza en Angola (AMORD) en colaboración con la fundación Sindika Dokolo.

La presentación transcurrió en el Palácio de Ferro, en Luanda. Los espectáculos coordinados por Maneco Vieira Dias se denominaban «Nadie detiene al viento» y aspiraban a estimular y rescatar las variadas formas de danza en el país, así como también a valorizar al sujeto artístico – el bailarín – y potencializarlo con formaciones dirigidas.

Los grupos fueron orientados por otros coreógrafos ligados al AMORD.  Para el escritor angoleño Kajim Ban-Gala autor de la obra «El balconista de Windhoek» la Trienal de Luanda es el mayor movimiento cultural de masa de los últimos tiempos (las entradas eran gratuitas), por lo que lamenta la muerte de su patrocinador Sindika Dokolo.

La trienal, según Kajim Ban-Gala, rescató la música angoleña urbana hecha por los conjuntos históricos, uno de ellos «Os jovens do Prenda» y del cual el escritor fue coordinador.  La tercera trienal de Luanda tuvo su inició el 1 de noviembre de 2015 bajo el lema «de la utopía a la realidad» y cerró el 30 de junio de 2017.

Sindika Dokolo era el mayor coleccionista de arte africano contemporáneo.  En 2015 fue distinguido con la Medalla al Mérito por la Cámara Municipal de Oporto, a propósito de la exposición de arte contemporáneo «You love me, you love me not».  En octubre de 2016, su fundación compró y repatrió a Angola 20 piezas de arte que habían sido llevadas de museos angoleños para colecciones extranjeras, y se preparó para entregar al museo de Kinshasa la primera pieza congoleña recuperada.

Crítico del régimen del presidente Joseph Kabila en la República Democrática del Congo, Sindika Dokolo estuvo cerca de 5 años en el exilio debido a los procesos promovidos contra él en Kinshasa, habiendo regresado recién en mayo de 2019, después de la llegada al poder de Felix Tshisekedi que asumió como Jefe de Estado en enero.

En febrero de 2016, con Eduardo dos Santos aún en el poder, la fundación Sindika Dokolo entregó al Jefe de Estado, en el Palacio Presidencial (Luanda), dos máscaras y una estatuilla del pueblo Tshokwe (al este de Angola) que habían sido saqueadas durante el conflicto armado y recuperadas después de varios años de negociaciones con coleccionistas europeos.

En enero de este año, el caso Luanda Leaks expuso supuestos esquemas financieros de la empresaria Isabel Dos Santos y de su marido, que les habrían permitido retirar dinero del Estado angoleño a través de paraísos fiscales.  Desde entonces ambos vivían en Dubái.

Sindica Dokolo ya había sido condenado a un año de prisión en 2017 por fraudes en el ramo inmobiliario.  En ese entonces afirmó que la condena tenía motivaciones políticas.  Entre los varios negocios que poseía, Dokolo era dueño de la joyería de lujo De Grisogono, junto con la empresa estatal angoleña Sodiam.

Se fue un hombre culto, revitalizador y comprometido con la cultura y arte africano.

* Traducción por Misosofrica

Congo Belga (RDC) ¿Un holocausto olvidado?

Estándar

Por Misosoafrica

Fotografía: Mboka Descartes

En los últimos días, y en el marco de las manifestaciones en repudio del asesinato del estadounidense George Floyd a manos de un policía en Mineápolis, han sido recurrentes en la prensa los reportes de disturbios en los que estatuas son vandalizadas por furiosos manifestantes.  Entre ellas, la estatua de Leopoldo II en Bruselas, cuya vandalización ha hecho resurgir su nombre entre las nuevas generaciones y, con ello, una discusión en torno a su repudiable figura y legado.

Fue así como, fisgoneando a través de Facebook, di con una sencilla encuesta realizada por un usuario, en donde interrogaba a sus contactos belgas.  La pregunta: qué aprendieron sobre Leopoldo II y el genocidio congoleño en sus años de escuela.  Siendo el colonialismo una cuestión candente, las respuestas no se hicieron esperar.  Y para mi sorpresa, la mayoría de los usuarios coincidieron en que el genocidio no fue materia de estudio en sus escuelas, en tanto que una minoría creyó haberlo estudiado, pero sus recuerdos eran vagos.  Entre la decena de comentarios sobresalía el de un usuario que aseguraba haber aprendido en la enseñanza primaria (hacia el año 1991), sobre la generosidad de Leopoldo II, la que se dejó ver en la donación de su posesión personal – en referencia al territorio africano – al pueblo belga.

También en la encuesta, un profesor de secundaria, en ejercicio activo, reconoció haber incluido el genocidio congoleño en su clase de historia, pese a no formar parte de la malla curricular.

Como era de esperar, la conversación se desvió hacia asuntos relativos a la vandalización del patrimonio y la importancia de mantener las estatuas para el ejercicio de la memoria colectiva, pero acompañadas de una cartera en la que se especifique la biografía del representado.  Un usuario fue más allá en su propuesta y recalcó la necesidad de incluir la fecha de construcción en los monumentos exhibidos en lugares públicos, así como los nombres de las instituciones que los financian.  Ésto último, con el propósito de transparentar la intención tras el monumento, puesto que, la mayoría de ellos han sido instalados para promover algún tipo de ideología.

Cerrando la discusión, uno de los usuarios intentaba matizar, dando a ver las complejidades que el tema entraña, más aún cuando existiría una diferencia considerable entre el período en que Leopoldo utilizó el Congo Belga como una posesión personal y aquel otro período en que, bajo la presión internacional, el territorio fue anexado a Bélgica, en 1908. Según se desprende del comentario, en cada familia belga parece haber una estrecha relación con el pasado colonial, bajo la forma de algún pariente que trabajó en pos de la colonia africana, con verdadera dedicación, siendo, inclusive, extendida la idea de que fue gracias a Leopoldo II y sus colonos, que la civilización llegó a esas tierras remotas, de poblaciones primitivas. Es más, el subterfugio de Leopoldo II para sostener su bárbara incursión, fue el de que se proponía salvar a la población autóctona de la tiranía del esclavismo árabe.

Viendo la prosperidad de un país como Bélgica, no es difícil entender que sus ciudadanos tengan opiniones encontradas frente a la controvertida figura real.  Y es que, en base al expolio de recursos naturales y humanos, Leopoldo II financió una serie de obras públicas que hoy en día son un orgullo para los belgas y polos de interés turístico y patrimonial, como son el Parque Cincuentenario de Bruselas o los invernaderos y el palacio de Laeken.

El monumento ecuestre de Leopoldo II, que fuera creado por el barón Thomas Vinçotte en el año 1914, para ser inaugurado en 1926, ha sufrido atentados anteriores, como el del año 2008, cuando el escritor Téophile de Giraud lo cubrió de pintura roja. Con todo, aquel acto no tuvo más consecuencia que la detención del escritor a manos de la policía.

Una réplica exacta del monumento puede apreciarse en el Parque Presidencial Mont-Ngaliema de Kinsasa.  Pero este monumento, sin jamás haber sido vandalizado, ha padecido un periplo de reubicaciones a partir de 1967, cuando fue retirado del frontis del Palacio de la Nación, por orden del mariscal Mobutu Sese Seko.  Treinta y ocho años más tarde y por iniciativa de Joseph Kabila, la estatua reapareció en el Boulevard 30 de junio, lugar en donde se mantuvo por apenas 24 horas.

El tema, ciertamente, es complejo y la vandalización de los monumentos, entendida como un gesto simbólico, parece haber servido, en el caso de Bélgica, para despertar las conciencias y exigir una disculpa a todos quienes han mantenido un mutismo cómplice frente al genocidio y la expoliación, y que, a juicio de los manifestantes, no son otros que sus representantes políticos y los propios herederos de Leopoldo II, el rey que nunca puso un pie en su propiedad privada.

La «Princesa de África» en aprietos

Estándar

Mientras el periodismo independiente era perseguido por sus denuncias, cadenas como BBC adulaban la figura de Isabel dos Santos ¿Qué cambió?

F8

En noviembre del año 2011, MISOSOAFRICA en español presentaba la nota “¿Casa en la Playa? ¿Para qué?” en donde se exhibían imágenes del lujoso yate de Isabel dos Santos, hija de José Eduardo dos Santos, presidente de Angola entre los años 1979 y 2017, ininterrumpidamente.

Fueron treinta y ocho años en el poder de un país de contrastes, tan rico en recursos naturales de gran plusvalía como el petróleo, que representa el 48% de su Producto Interno Bruto, y a la vez tan pobre, con un 70% de su población bajo la línea de la pobreza.

Hacia el año 2012, reportábamos su infeliz tasa de mortalidad infantil, con 250 decesos cada 1000 nacimientos, un problema incrementado por la falta de servicios básicos, cuando apenas un 38% de la población contaba con acceso a agua potable y un 25% con acceso a los servicios de salud.  Las cifras, devastadoras, no hacían más que incrementar la obscena ostentación de riqueza y poder de la familia dos Santos, a la cabeza de las principales empresas estatales.

En el año 2016, el titular “15 muertes diarias en el hospital pediátrico de Luanda”, dejaba de manifiesto que las cosas no cambiarían bajo una democracia puesta constantemente en duda, a raíz del excesivo poder que la constitución – diseñada a la medida de José Eduardo dos Santos – atribuía al poder ejecutivo, y a una nula gestión para mejorar las condiciones de vida de la población.

Hacia el año 2017, un cambio de gobierno que perpetuaba la vapuleada figura del MPLA, no representó necesariamente una mejoría en la situación de la mayoría desfavorecida, aunque hubo cosas que sí cambiaron, de alguna manera.  Ese mismo año la expulsión de Isabel dos Santos de la presidencia de Sonangol, marcaría un precedente, en nombre de la lucha contra la corrupción.

A día de hoy, medios de prensa internacional  como La Vanguardia o BBC, la misma cadena que el año 2015 la adulaba con su participación en el ranking “100 mujeres”, han hecho eco de los llamados “Luanda Links”, utilizando titulares como “La princesa saqueadora” o “El oscuro origen de la fortuna de la mujer más rica de África”, en medio de los rumores de una posible candidatura presidencial de Isabel dos Santos, y del congelamiento de sus cuentas bancarias en Angola, y las de su marido, el coleccionista de arte Sindika Dokolo.

 

Polémicas aparte…

Educada en el King’s College de Londres, Isabel dos Santos ha vivido buena parte de su vida en Inglaterra, país donde conoció al congoleño Sindika Dokolo.  Es recordada la polémica levantada tras su matrimonio, uno de los más costosos de la historia de Angola con un gasto total estimado de 4 millones de dólares, y al cual, los invitados internacionales habrían llegado en aviones privados.  La polémica, más allá de los obscenos costos, fue desatada por periódicos nacionales como O Angolense o Folha 8, quienes denunciaban un nulo control para el ingreso al país de los invitados de la “Princesa de África”, denuncia que derivó en una querella judicial por parte de la acusada, y en la que solicitaba una indemnización de 25 mil euros por daños y perjuicios.  Lo más curioso del asunto, como relatara el medio CLUB-K, es que la indemnización sería donada a la Cruz Roja, institución presidida por la propia Dos Santos, y a la que sus miembros acusan de total abandono.

Los “Luanda Leaks”, como se ha dado en llamar al caso de corrupción que sacude a la familia Dos Santos, tendría cuatro tramas relacionadas al Petróleo, los diamantes, los terrenos y las telecomunicaciones.   En la primera de las tramas, Isabel dos Santos es acusada de malversación, por una suma que asciende a las 58 millones de dólares en pagos presuntamente dolosos a una empresa llamada Matter Business Solutions, con sede en Dubái, y de propiedad de uno de sus amigos. Los pagos fueron realizados por medio de 50 facturas el mismo día en que Dos Santos fue destituida del cargo.

Otra arista de investigación en esta trama, sería la adquisición de su participación en la empresa portuguesa Galp, comprada por Dos Santos a Sonangol. En esa oportunidad, Dos Santos habría asegurado su participación en base a préstamos que la propia petrolera le proveyó y que fueron devueltos sin el pago de intereses, el año 2017, bajo su presidencia.

En la trama de los diamantes, el rol de Dos Santos va de la mano de su esposo, quien tras firmar un acuerdo de sociedad con la empresa angoleña de diamantes Sodiam, para la compra de acciones en la joyería suiza De Grisogono, habría utilizado dineros de la propia Sodiam para pagar su participación.  En relación a los dineros utilizados para la transacción, la investigación da cuenta de que fueron tomados en préstamo por Sodiam de un banco privado del cual Dos Santos es accionista mayoritaria.   Dicho préstamo costará a Sodiam un interés del 9%, lo que se traduce, según su nuevo director general Bravo da Rosa, en más de 200 millones de dólares en pérdidas.

En la trama de las tierras, se acusa a Dos Santos de la compra irregular de un terreno en primera línea de playa en la capital, y por el que habría pagado apenas el 5% de su valor.  No estará de más decir que los terrenos costaron el desalojo a decenas de luandeses, los que fueron reubicados en sectores sin servicios básicos. (ver acerca de los desalojos en Luanda)

Respecto de la trama de las telecomunicaciones, su participación del 25% en UNITEL le aseguró un suculento préstamo de 388 millones de dólares para su nueva compañía Unitel International Holding, préstamo en el que ella actúa como prestamista y prestataria, dejando con ello, a la luz, un evidente conflicto de intereses.

Isabel dos Santos no es la única del clan que ha sido cuestionada.  Su hermano, natural candidato a la presidencia, José Filomeno, más conocido como “Zenu” ha sido procesado en diciembre pasado por blanqueamiento de capitales, tras una transferencia irregular de 500 millones de dólares desde el Banco Nacional de Angola, que él dirigía, hacia un banco británico, cuyo nombre, por cierto,  los medios no mencionan, en septiembre de 2017.  Zenu, que estuvo en prisión preventiva, fue liberado tras la recuperación del dinero, lo que planteo serias dudas sobre la postura anticorrupción de João Lourenço, la misma que le llevó a la presidencia en 2017.

Mayores detalles de esta investigación pueden ser encontrados a través de las páginas webs de periódicos como La Vanguardia, Deutsche Welle o New York Times.  Para nosotros, es importante señalar que resulta cuando menos curioso ver a tan reputados medios de prensa reproduciendo informaciones que durante décadas costaron la persecución al periodismo independiente en Angola y Portugal, más aún, cuando hicieron vista gorda ante las sucesivas denuncias de corrupción que recaían sobre el gobierno de Dos Santos, entre las que se cuentan, la del fraude electoral del año 2012, y que tuvo como resultado su reelección.

Con todo, es de esperar que la repercusión internacional que ha tenido este caso, anime a los angoleños a combatir de forma efectiva la corrupción, y que, de una vez por todas, se les permita soñar con un país en donde la prosperidad alcance para todos.

Bestial: a 5 años de la muerte de Muammar Gadafi

Estándar

Por Orlando Castro (Folha 8)

gadafi

Hoy se cumplen 5 años desde que Muammar Gadafi fue asesinado con la meticulosa maldad  que caracteriza el fin de muchos dictadores. Nito Vieira, en Guinea Bissau, es otro ejemplo.

Cinco años después, son cada vez más los libios que demuestran tener nostalgia de una Libia gobernada con mano de h9ierro por Muammar Gadafi,  y dicen incluso que la vida era mejor. Todo porque el caos se adueñó del país. Los libios,  sobre todo las generaciones más antiguas, prefieren ser esclavos de barriga vacía que libres con barriga vacía.

Salió Gadafi ¿y quién entró?  Extremistas de la peor especie como el Estado islámico y Al-Qaeda se implantaron sólidamente en el territorio libio.

¿Recuerdan que Muammar Gadafi, ya con el país ardiendo (febrero de 2011) convocó a un representante de la Unión Europea en Trípoli,  amenazando con dejar de cooperar en la lucha contra la inmigración ilegal si la Unión Europea continuase «alentando» manifestaciones en el país?

¿Recuerdan aquello que el líder libio dijo del TPI – Tribunal Penal Internacional? Dijo que ese tribunal representaba «una nueva forma de terrorismo mundial»

«Es sabido que todos los países del Tercer mundo se oponen a este denominado Tribunal Penal Internacional. A menos que todos sean tratados de forma igual esto no funcionará» declaro Gadafi,  en ese entonces Presidente de la Unión Africana.

 «Es ahora el caso. Este Tribunal está contra los países que fueron colonizados en el pasado y que (los occidentales) quieren volver a colonizar. Se trata de la práctica de un nuevo terrorismo mundial».  Y no estaba lejos de la verdad.

«No es justo que un presidente sea detenido» preciso el líder libio, que se refería al mandato de captura emitido el 4 de marzo de 2009 por el TPI, contra el presidente sudanés Omar el-Bechir,  por sospechas de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Darfur, oeste de Sudán. «Si autorizamos cosa tal, que un presidente sea detenido y juzgado como el presidente el-Bechir,  deberíamos también juzgar a aquellos que mataron centenares, millones de niños en Iraq y en Gaza» subrayó en aquel momento el responsable libio.

Aquel mes, todos los representantes europeos en Trípoli recibieron el mismo mensaje que, desde luego, era una protesta contra el llamado hecho por el entonces jefe de diplomacia Europea Catherine Ashton,  respecto de la libre expresión en el país,  enfrentado a una ola de manifestaciones sin precedentes desde la llegada al poder de Muamar Gadafi,  hace más de 40 años.

«Las manifestaciones que ocurren en Libia han sido reprimidas con violencia y ya causaron centenas de muertes»,  lamentaba la organización de defensa de los Derechos Humanos Human Rights Watch.

sarkozy

Gadafi junto al ex Presidente francés Sarkozy

De cualquier forma, Gadafi siempre mostró quien era. En 2001 el líder de Libia presentó una solución para los problemas de Zimbabue y de todos los países africanos. Nada más que expulsar a todos los blancos de África y ocupar sus tierras. Gadafi, que ese año visitó Zimbabue,  exhortó a los zimbabuenses negros y a los africanos en general a expulsar a los blancos del continente y a solo parar si éstos aceptaren transformarse en criados. Nada más y nada menos.

Recuerden que en 2001 cerca de 1.700 haciendas pertenecientes a blancos fueron ocupadas  desde que Robert Mugabe exhortó a los llamados antiguos combatientes a ignorar la ley y las órdenes de los tribunales y apropiarse de las tierras.

El Ejecutivo zimbabuense había ya entonces referenciado para nacionalización sin compensación cerca 5.000 haciendas de blancos (95% del total).  Recuérdese, entre tanto, que el régimen de Muammar Gadafi aceptó en 2006 financiar con 50 millones de euros la campaña de Nicolas Sarkozy a las presidenciales francesas de 2007. Con todo esto y mucho más en el currículo,  la muerte de Muammar Gadafi, así como la de sus principales colaboradores, fue una bendición para los dueños del mundo. Esto, porque con tales muertes nadie sabría los negocios del líder libio con alguno de sus grandes amigos que, como el entonces Primer Ministro portugués José Sócrates, lo consideraba «un líder carismático».

Tampoco dejaba de ser gracioso que la familia de Muammar Gadafi, la que quedaba, presentase, como dijo que haría, una queja al Tribunal Penal Internacional contra la OTAN por «crímenes de guerra».

 Independiente del hecho de que Gadafi haya merecido morir no una vez, sino que decenas de veces, lo que la OTAN hizo en Libia (pero que no hará en otros países con dictadores mucho más  facinerosos) fue el ejemplo cabal de que los dueños del mundo conocen la razón de la fuerza pero nunca oyeron hablar de la fuerza de la razón.

El antiguo líder libio, en ese entonces de 69 años, que escapó de Trípoli a finales de agosto de 2011,  fue capturado vivo cerca de Sirte, a 360 kilómetros de la capital y asesinado a tiros después de ser violentado física y psicológicamente.

Según se sabe, aunque no se tenga certeza, no fue la OTAN quién dio el tiro de misericordia a Gadafi, aunque todos se quedaron lucrando con el silencio definitivo del líder libio.  Lo cierto es que fueron los aviones de la OTAN los que dispararon contra la columna de vehículos en que iba Gadafi.   Aunque el homicidio voluntario sea un crimen de guerra previsto por el artículo 8 del Estatuto de Roma del Tribunal Penal Internacional,  la OTAN siempre dirá que en aquella situación Gadafi continuaba constituyendo una amenaza para Libia, incluso hasta para África, o quién sabe, para el mundo entero.

Inicialmente se decía que la OTAN estaría en la región para, además de tirar la piedra y esconder la mano,  proteger a la población estudiando siempre el objetivo de derrocar el régimen. Cómo luego se vio era una treta como cualquier otra.

Algunos países de la OTAN abastecieron a los rebeldes con todo tipo de armas,  les dieron instrucción, planearon los ataques y coordinaron las acciones con la fuerza aérea de Alianza Atlántica. Todo, es claro, para defender a las poblaciones y nunca para derrocar el régimen. Del lado de la OTAN están, como siempre sucede con los vencedores, una serie de países, aunque no todos de forma sincera. No será el caso de los europeos, pero es, con certeza, el caso de muchos estados árabes que con miedo del perro rabioso,  aceptaron (sin ganas) la ayuda del león.

Cuando se percaten (algunos ya se percatarán), el león habrá derrotado al perro y se preparará para comerlos a ellos.  El león, como una vez más se confirma, no tendrá necesariamente la nacionalidad norteamericana.

Aunque, los hombres del tío Sam son especialistas en crear leones donde más les conviene.  En cierta medida Osama bin Laden, Sadam Hussein o Muammar Gadafi, fueron leones “made in USA”. Al contrario de lo que piensan los ilustres operadores del FBI, de la CIA o de cualquier entidad de ese tipo, nadie tiene en este planeta (por lo menos en este), autoridad y poder ilimitados.

Los malos de la película, según los realizadores de la OTAN, podrán no tener la misma capacidad bélica que los EEUU y sus aliados.  Van a ser y continuarán  siendo humillados, sobre todo por el número de los muertos que el único error que cometieron fue haber nacido.

¿Son las leyes de la razón? No.  Son las leyes de los instintos.   Instintos que van mucho más allá de las leyes de la sobrevivencia. Entran claramente (tal como entró Bin Laden o Muammar Gadafi) en la ley de la selva en que el más fuerte durante algún tiempo es,  pero nunca durante todo el tiempo, el gran vencedor.

Sea como fuere,  el mundo árabe sólo está del lado de los países de la OTAN por cuestiones estratégicas, por opciones instintivas. Bien o mal en materia de razón los árabes están con los suyos… y esos no son los nuestros…

Por lo menos desde la Guerra de los Seis Días, el aprendizaje de los árabes ha sido notable. Aceptan a los que los dueños del mundo definen como enemigos,  ahorcan hasta a sus pares con la  cuerda provista por occidente,  pero, en la mejor oportunidad,  van a ahorcar americanos y europeos con la misma cuerda enviada desde Nueva York, París o Londres.

Niño asesinado por un militar en Angola

Estándar

 Un niño de 13 años fue asesinado a quemarropa en el barrio de Walale, zona del Zango 2 (Luanda, Angola),  por agentes de seguridad del régimen de José Eduardo dos Santos, comandados por el teniente-General Simão Carlitos Wala.  El único crimen que cometió fue haber cuestionado la razón por la cual la casa de sus padres,  su casa,  fue demolida.

assassinos

FUENTE: FOLHA 8

La organización no gubernamental angoleña SOS Hábitat, denunció este lunes 7 de agosto de 2016, la muerte por impacto de bala de un niño, a manos de un militar, en el contexto de un proceso de demoliciones de centenares de casas en la zona del Zango III, en los suburbios de Luanda.

El coordinador de la dirección de la SOS Hábitat, Rafael Morais, dijo que aquella organización de defensa de los Derechos en la habitación está acompañando de cerca la situación que consideró «muy lamentable».

El activista refirió que las demoliciones, asunto que está siendo fuertemente cuestionado en la sociedad angoleña, tuvieron inicio el día 31 de julio. Desde esa fecha la organización ha realizado varias acciones, en el sentido de observar lo que está en la base de estos actos, atribuidos por los moradores a la Zona económica especial y a su ejecución a cargo de militares.

Rafael Morais dijo que en el Zango II más de 2500 familias fueron afectadas por las demoliciones y en el Zango III más de 620 residencias.

Mientras tanto, la activista angoleña Sizaltina Cutaia lanzó un emplazamiento en las redes sociales apelando a las autoridades para proceder a la detención del General Carlitos Simão Wala responsable por el asesinato por impacto de bala del Adolescente Rufino Marciano Antônio, muerto por el hecho de haber cuestionado la demolición de la casa donde vivía con sus padres.

La activista justifica que el lugar de los bandidos está en la cárcel y no dirigiendo hombres armados, razón por la cual considera como «asesino» a esta alta figura del ejército, bajo el mando del comandante en jefe, José Eduardo dos Santos. «El general Wala es un asesino, porque un verdadero militar conoce el orden, la disciplina y la jerarquía. La actitud bandida de este señor pone en cuestión la seriedad de las fuerzas armadas angoleñas y la autoridad de su Comandante en Jefe, el Presidente de la República. No es la primera vez que se oyen noticias de militares envueltos en asesinatos de civiles en obediencia a las órdenes superiores».

«¿Quién da las órdenes finalmente dentro de las fuerzas armadas? ¿Cómo podrán el general Nunda y el presidente José Eduardo dos Santos,  explicar al pueblo angoleño que en tiempos de paz se ordene la salida de militares de los cuarteles para matar niños? ¿Cómo es que se puede garantizar la seguridad de los angoleños y angoleños, si los propios asesinos son de las fuerzas armadas y matan en el cumplimiento de sus funciones? ¿Para eso es que el Estado invierte tanto en la defensa y seguridad nacional,  para que bandidos uniformados anden expropiando los bienes del pueblo, desalojando familias y matando niños?

Por el bien del país acaben con esto y detengan al general Wala, porque el lugar del bandido es la cárcel y no dirigiendo hombres armados. El país lo agradecerá».

en portugués: https://www.facebook.com/jornalfolha8/

Muere líder de la República Saharaui MOHAMED ABDELAZIZ

Estándar

DW – DZC (EFE, Reuters, AFP)

 

 

MOHAMED ABDELAZIZ FALLECIÓ EL DÍA 31 DE MAYO DE 2016

  MOHAMED ABDELAZIZ 

Lea también en Misosoafrica: La República Árabe Saharaui Democrática y su lucha por la libertad

Lideró durante casi cuatro décadas el movimiento independentista de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) a través del Frente Polisario y como presidente del autoproclamado Estado. Mohamed Abdelaziz es más que un ícono para quienes buscan consolidar la independencia de ese territorio disputado con Marruecos. Por ello su deceso este martes (31.05.2016) fue recibido como un duro golpe.

Abdelaziz falleció por un cáncer de pulmón a los 68 años, en un lugar que no ha sido revelado, justo cuando Sahara Occidental y Marruecos viven un difícil momento, luego de que a comienzos de 2016 este último país expulsara a parte de la misión de paz de Naciones Unidas de ese territorio, después de un desacuerdo entre las autoridades marroquíes y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

El Frente Polisario impuso 40 días de luto nacional, período tras el cual se elegirá a un nuevo secretario general de la entidad. De forma interina, el cargo de presidente de la RASD quedará en manos del jefe del Consejo Nacional Saharaui (Parlamento), Jatri Adduh. Esto, de acuerdo con el artículo 49 de la ley fundamental del Polisario, según confirmó la secretaría nacional del Frente Polisario en un comunicado.

“Todos somos Mohamed”

Tras la salida de España, entonces potencia colonizadora, Marruecos invadió los territorios que el Frente Polisario demanda como propios en 1976, comenzando una guerra tras la cual Marruecos consiguió apoderarse de buena parte de la zona en disputa. Tras el cese de las hostilidades acordado con la ONU en 1991, el Polisario se instaló en Argelia. Desde esa fecha se vive una tirante situación sobre la realización de un referéndum para determinar el futuro de los territorios.

Cabe recordar que Marruecos expulsó a parte del equipo de la ONU en la región luego de que Ban Ki-moon utilizara la palabra “ocupación” para referirse a la situación en la zona, tras visitar un campo de refugiados para habitantes de Sahara Occidental en Argelia.

Mohamad Hama, jefe del gabinete del primer ministro saharahui, Abdelkader Taleb Omar, aseguró que la muerte de Abdelaziz es una noticia “muy dura”, pero que no influirá en la determinación de los saharauis de proseguir con su lucha. “Vamos a seguir luchando. Vamos a seguir persiguiendo nuestro objetivo. Todos somos Mohamed y mañana todos seremos el nombre” de nuestro nuevo líder, afirmó.

DZC (EFE, Reuters, AFP)

FUERON CONDENADOS LOS 17 ACTIVISTAS

Estándar

28 de marzo de 2016

 

El tribunal de Luanda condenó hoy a penas de entre dos años y tres meses, y ocho años y seis meses de prisión efectiva a los 17 activistas angoleños LUATYjuzgados por una supuesta y no comprobada co-autoría de actividades destinadas a la rebelión, y a atentar contra el Presidente José Eduardo dos Santos, con cerca de 36 años en el poder.

 

En el caso de Luaty Beirão, ha sido condenado a cinco años y seis meses de cárcel, con el agravante de una supuesta falsificación de documentos.

Esta información nos ha sido brindada por el periódico Folha 8.

15 muertes diarias en el hospital pediátrico de Luanda

Estándar

Redacción Folha 8

«Como si no fuese suficiente lo que padecen, los niños tienen todavía que soportar a un presidente que finge estar preocupado pero que nada hace para satisfacer sus necesidades, muchas de ellas mayores que las que se verificaban en la época colonial.»

vergonha-luanda

El Hospital Pediátrico de Luanda David Bernardino, registra un promedio diario de 15 fallecidos, por varias enfermedades, situación preocupante que las autoridades sanitarias angoleñas señalan como general a todo el país.

La información fue hoy entregada por el inspector general del Ministerio de Salud, Miguel de Oliveira, que describía en declaraciones a la radio pública de Angola el marco clínico de la pediatría de la capital.

El responsable refirió que aquella unidad hospitalaria fue visitada recientemente dos veces por el ministro de salud, debido a la gravedad de la situación.

Según Miguel de Oliveira, el hospital carece de camas, medicamentos y material para atender la demanda, que considera inusual hasta la fecha.

«El nuevo ministro de salud, con apenas seis días en su cargo ya estuvo en aquel hospital dos veces e indicó de forma muy clara que se hiciera un refuerzo en el número de camas, en el área de urgencias, ese refuerzo fue hecho con 30 camas más» señaló el responsable.

El pasado lunes (14 de marzo), Miguel de Oliveira indicó que fueron distribuidos algunos medios más, los que se irán incrementando hasta el día miércoles.

Además de los problemas clínicos, el inspector general de salud indica que la pediatría ha enfrentado además problemas de abastecimiento eléctrico.

La falta de sangre es otra dificultad por la que atraviesa aquella unidad hospitalaria, habiéndose solicitado la realización de campañas de donación de sangre.

«La única solución pasa necesariamente por la donación de sangre. Nosotros, lamentablemente, hoy no tenemos una donación voluntaria, por norma las personas sólo se dirigen al hospital en situaciones de extrema urgencia para donar sangre a sus parientes. Nosotros tenemos que generar una cultura de donar sangre», recalcó.

Admitió que se está ante una situación atípica este año, con grandes cargas de lluvias y un débil saneamiento básico, cuya combinación hizo aumentar las enfermedades, particularmente de mosquitos.

«Y habiendo mosquitos, vamos a tener todas las enfermedades que surgen, cuyos vectores son los diversos tipos de mosquito. Así, vamos a tener un aumento de casos de malaria, dengue, fiebre amarilla y otros casos. Y esto no es sólo una situación del hospital pediátrico, es una situación general, de todo el país», dijo Miguel de Oliveira.

«Si fuésemos a otras unidades sanitarias públicas, veremos que están en la misma condición, abarrotadas de pacientes, lamentablemente, y en las privadas también. Por lo tanto, es una situación que debemos atender con mucha atención, con todo el cuidado, pero con toda la diligencia, todo el cariño y con sentido humano», agregó.

Una vergüenza más

Se sabe que uno de cada seis niños angoleños mueren antes de cumplir cinco años. Los datos de la UNICEF llevaron a Nicholas Kristof, columnista de The New York Times, a visitar nuestro país para percibir la magnitud del problema.

Aunque sea esta la realidad, José Eduardo dos Santos, sonríe a la comunidad internacional.

Como se no fuese suficiente lo que padecen, los niños tienen todavía que soportar a un presidente que finge estar preocupado pero que nada hace para satisfacer sus necesidades, muchas de ellas mayores que las que se verificaban en la época colonial.

«Este es un país repleto de petróleo, diamantes y millonarios que conducen Porsches y niños que mueren de hambre», dijo Nicholas Kristof en su reportaje sobre la mortalidad infantil en Angola.

Más allá de los número preocupantes relativos a la mortalidad infantil, los datos indican incluso que más de un cuarto de los niños está físicamente afectado por la desnutrición y que los casos de muerte materna durante el parto son de 1 en 35.

La tasa de mortalidad de los niños de hasta 5 anos de edad es un indicador del bienestar infantil y calcula la probabilidad de morir entre el nacimiento y los 5 años, expresado por cada 1000 nacimientos vivos. Según un nuevo informe de la UNICEF, Angola registró un valor de 164 niños – un número sólo superado por Sierra Leona, que ocupa el 1º lugar de la tabla con una tasa de mortalidad de 182 niños.

Las Naciones Unidas pretenden, con una publicación de este tipo, ofrecer un retrato detallado de las circunstancias de los niños en todo el mundo. Esta nueva tabla de la UNICEF, se pretende proporcionar a los gobiernos hechos concretos sobre los cuales puedan basar su toma de decisiones.

El informe apunta también que Angola es uno de los países menos desarrollados del mundo, según señala la Oficiana del Alto Representante de las Naciones Unidas para los Países Menos Desarrollados, Países en Desarrrollo sin Litoral y Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (UNOHRLLS)

Las fuentes para los valores presentados en el informe sobre la tasa de mortalidad surgen de un grupo formado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la organización Mundial de la Salud (OMS), el departamento de Asuntos Económicos y Socuales de las Naciones Unidas (UNDSA) y el Banco Mundial.

**El original puede leerse íntegramente en portugués en Folha 8

La crisis humanitaria en el al-Bahr al-al-Abyad Mutawassiṭ, ¿a quién imputar las culpas?

Estándar
  •  Se sabe hoy que Europa pagaba a Gadafi para mantener en su país a muchos de los inmigrantes que intentaban acceder al continente europeo.

  • Gadafi fue muy lúcido cuando previó las consecuencias que traería para  Europa su derrocamiento:

«Ustedes (Europa) tendrán inmigración, millones de personas que invadirán sin piedad Europa desde Libia; y no habrá nadie para detenerlos» son palabras del ex líder libio.

Por Eugénio Costa Almeida*crisis

Imagen: Telesur TV

Desde hace algún tiempo que el al-Bahr al-al-Abyad Mutawassiṭ (nombre árabe del Mar Mediterráneo, cuya traducción literal es Mar Blanco del medio o Mar Interior) es escenario de imágenes y medio para fugas marítimas hacia el continente europeo de migrantes y refugiados con el afán de encontrar mejores condiciones de vida o salvar sus vidas de aquellas zonas de riesgo económico y/o militar.

Cuántas veces no vimos la imágenes televisivas de magrebíes y africanos de las zonas entre el Sajel  y el  centro africano intentando escapar hacia Ceuta y Melilla, posesiones españolas en Marruecos,  intentando pasar por encima de muros y prohibiciones que circulan en aquellas ciudades hispano-marroquíes para llegar a aquel lugar que para ellos es El Dorado económico, social y sobre todo, libre de conflictos armados.

Sólo que las situaciones puntuales que se verificaban fueron sustancialmente alteradas. Primero en  Libia, aprovechando la ola de la Primavera Árabe debido a la intervención armada para derrocar a su dictador – asúmase el  título que claramente le pertenecía – Muamar Gadafi (o Khadafi, o al-Gaddafi). Un dictador que “financió” a algunos políticos y líderes europeos (Blair o Sarkozy, sólo como ejemplos).   Y el resultado está a la vista.

Después de una periclitante estabilidad política y militar post-intervención, el país,  considerado por muchos como un ejemplo de estabilidad social (pese a ser aún dominado por la curia gadafiana), entró en una espiral político-militar cuyas consecuencias están a la vista de todos los que la provocaron.

Se sabe hoy que Europa pagaba a Gadafi para mantener en su país a muchos de los inmigrantes que intentaban acceder al continente Europeo.  Recordemos la cantidad de africanos que regresaron bien armados a algunos de sus países de origen y de entre los cuales emergieron grupos extremistas y yihadistas bien armados cuyas actividades continúan siendo evidentes: Boko Haram (Nigeria, Camerún y Chad), Al Qaeda en el  Magreb Islámico – que pese a haber sido creado en 1998, inicialmente bajo el nombre de Grupo Salafista para Prédicas y Combate, recrudeció con la caída del dictador libio –, Ansar al-Sharia (Libia y Túnez) o el Ansar Dine (Mali).

Muchos de los migrantes y refugiados que, inicialmente, escapaban a Europa, vía marítima, hacia la isla italiana de Lampedusa, la más cercana al continente africano, provenían precisamente de Libia.  Otros, muchos menos y de forma esporádica, salían de Argelia o de Túnez.

Libia se había convertido en un enorme escenario de matanzas entre los diferentes grupos armados resultantes de la inicial revuelta de los habitantes de Bengazhi contra los líderes de Trípoli y aprovechada por la coalición euro-americana para la destitución del dictador, el meollo del asunto fue la resolución 1973 de la ONU, que sólo establecía una zona de exclusión aérea y que, no pocas veces, no fue respetada por las fuerzas aéreas que operaban en  Libia.

Recordemos que para las manifestaciones anti Gadafi contribuyó mucho no sólo la germinación de la emergente Primavera Árabe, sino que  también – y esta es una de las razones que igualmente proliferan por nuestro  continente y  que algunos persisten en ignorar – por las manifestaciones contrarias a su “eterna” permanencia en el  poder, el país acabó quedando dividido, puesto que una parte significativa del ejército – principalmente las fuerzas pretorianas que lo protegían – continuaron fiel al dictador mientras los insurgentes quedaban inicialmente fragmentados en diferentes etnias.  Las mayores divergencias estaban entre la región de Bengazhi, que concentran buena parte de las reservas de petróleo de Libia y que fuera la cuna de los rebeldes, y Trípoli, capital del país y local de organización de las tropas oficiales y partidarios de Gadafi.

Es cierto que Gadafi parecía presentar, en el último tiempo, algún tipo de trastorno de personalidad como se atestiguaba en los títulos que se auto-adjudicaba: desde el  rey de los Reyes Africanos, a futuro Presidente dos Estados Unidos de África, entre otros.

Pero  también es cierto que fue muy lúcido cuando previó las consecuencias que traería para  Europa su derrocamiento.   Recordemos algunas de sus “proféticas” palabras, principalmente las proferidas en Marzo de 2011, cuando en una entrevista a la revista francesa «Le Journal du Dimanche», previó, entre otros puntos:

  1. Si nos amenazan, si nos desestabilizan, nos llevarán a la confusión, a Bin Laden, a grupos armados. Ustedes (Europa) tendrán inmigración, millones de personas que invadirán sin piedad Europa desde Libia; y no habrá nadie para detenerlos:
  2. Habrá una yihad islámica (primero pacífica, de tipo humanitaria) delante de los Europeos, del Mundo, incluso en el mediterráneo; habrá actos de piratería aquí en sus puertas; los hombres de bin Laden cobrarán enormes rescates en tierra o en el Será realmente una crisis mundial y una catástrofe para todo el Mundo.

Palabras proféticas que sólo fallaron en el “vengador” porque ¡no es bin Laden ni al-Qaeda, sino el Estado Islámico que prolifera en  Iraq, en  Siria  y en varias zonas de Libia!

 Y es también desde Siria, en gran número, como también desde Iraq, que escapan muchos de los refugiados que demandan Europa, sea intentando entrar a través de Grecia vía Turquía, o a través del norte de África principalmente vía Egipto o Libia, hacia las islas italianas.

Escapan de los conflictos que insurgentes, en una primera fase, perpetran contra el régimen  autocrático de Bashar Al Assad, y de los ataques que el EIIL (Estado Islámico de Iraq y del Levante, también llamado EI, ISIS o Daesh) ha consumado, y con gran comodidad, dígase, en  Siria y en Iraq, amenazando con llevar su ola destructora a través del Norte de África (recibieron el apoyo y la sumisión de algunos yihadistas de esta región) hasta al-Andaluz (Península Ibérica).

Y ¿cuál ha  sido la respuesta de Europa ante este enorme flujo de migrantes y refugiados?

Un constante debate interno donde unos dicen claramente “no”; otros dicen “tenemos que ayudar, pero…”; y otros manifiestan total disponibilidad para acoger refugiados, olvidando a los  que migran debido a cuestiones económicas.  Alemania es uno de los casos en los que ya se dijo que sólo “acepta refugiados sirios”.  Esta es una de las razones  porque muchos de los que se movilizan hacia Europa dicen ser sirios, aunque no es difícil constatar que entre los refugiados hay afganos, paquistaníes, iraquíes, eritreos, somalíes y otros pertenecientes a otras naciones africanas.  Pero ¿cómo probarlo ante la falta de documentación que muchos evidencian en las fugas y en los rescates marítimos?

O sea, y que se diga esto abiertamente, hay una profunda hipocresía por parte de Europa, en particular de la Unión Europea, pero también por parte de los países árabes, siendo esto último por  muchos claramente omitido.   Los árabes, como demuestra una auténtica y crítica anécdota, nada saben, nada ven y ¡nada oyen!

O sea, la crisis humanitaria que traspasa el Mediterráneo es, al parecer, sólo de los europeos (porque hasta hoy nadie escuchó a los rusos ofrecerse para acoger refugiados pese a que ellos también están metidos en la crisis siria): para los árabes fueron los rusos y los norteamericanos los que la provocaron con sus intervenciones poco diplomáticas. Pero luego que sean los europeos y sus aliados los que la resuelvan.

*Investigador del CEI-IUL y del CINAMIL.

©Artículo de Opinión publicado en el semanario angoleño Novo Jornal, ed. 401 de 9-Octubre-2015, sección “1º Caderno”, página 20.

TRADUCCIÓN: Bárbara Igor (MisosoÁfrica)

Experimento en Múnich en manos de un africano, revela el racismo que padecen cientos de inmigrantes en Europa

Estándar

Por DW

Los políticos aseguran, frecuentemente, que no hay lugar para el racismo en Alemania. Pero muchas personas lo sufren a diario, afirma Hamado Dipama, del Consejo de Integración de Múnich, tras un experimento nocturno.

images (5)

Hamado es miembro elegido del Consejo de Integración de la ciudad de Múnich, vocero del Consejo de Refugiados de Baviera, vicepresidente de la Agrupación de  Consejos de Extranjeros, Migrantes e Integración de Baviera y delegado del Consejo Alemán de Migración e Integración. Llegó a Alemania como refugiado político, procedente de Burkina Faso, en 2002.

DW: Usted ha llevado a cabo, con el Consejo de Integración de la ciudad de Múnich,  una especie de prueba de racismo en la vida nocturna muniquesa… ¿Cuál fue el resultado?

Hamado Dipama: Un resultado muy chocante. Teníamos claro que los africanos y turcos no logran entrar a todos los clubes, pero no teníamos claro que eso podía incluir a un 80 por ciento de los clubes, por eso es tan chocante.

¿Cómo establecieron la dimensión del problema? ¿Se dividieron en grupos ante los porteros de los locales?

Fuimos un grupo de siete personas y visitamos 25 clubs y discotecas de Múnich en dos noches. Nos separamos dentro de la misma fila: primero nosotros dos de África, luego dos participantes turcos y, por último, los alemanes y de otros países de Europa occidental. Las personas de África y Turquía solo logramos entrar en cinco de los 25 clubs, y eso tras discusiones,  mientras que los europeos entraron a todos sin problemas.

¿Cómo interpreta usted ese resultado?

Muestra, sencillamente, que el racismo es un problema muy grande aquí en Alemania y probablemente en Europa. Son muchos los que participan de este racismo en la vida nocturna, que incluye a los que esperan ante la puerta junto a nosotros, ven que a alguien se le niega la entrada por motivos racistas y sencillamente cierran los ojos. Ellos toleran eso y hasta se benefician porque entran y nosotros no. Los dueños de los clubes imponen el racismo en las reglas de admisión de sus locales, no incluyen ningún tipo de medida para evitarlo.

¿Pero los porteros no argumentaron que no los dejaban entrar por ser africanos, no?

Ellos no dijeron eso, pero tampoco pueden hacerlo. Antes, hubo casos en los que alguien decía claramente: “ya hay suficientes negros dentro”. Pero eso generó polémica y han cambiado su estrategia, no lo dicen abiertamente.

¿Cómo reaccionó la Asociación de Organizadores de Eventos de Múnich, a la que pertenecen algunos de estos clubes, cuando el Consejo de Integración habló con ellos sobre este experimento?

Fue una conversación difícil. Pensé que reconocerían el problema y hablarían con nosotros sobre tomar medidas para combatirlo. Pero lamentablemente estuvieron más ocupados en defenderse. Incluso, se ven a sí mismos como víctimas. Para mí, se trata de un victimario que se presenta como víctima.

¿Cómo explica eso?

Es un mecanismo de defensa. No están dispuestos a reconocer que el racismo es un problema. Un miembro de la asociación que es también dueño de un club nos aseguró que “es un fenómeno normal de la vida nocturna”. Se le prohíbe la entrada a las personas por su color de piel y él dice que “es un fenómeno normal de la vida nocturna”. Eso deja todo claro. Ellos saben muy bien que no es normal, saben muy bien que es racista, pero no quieren aceptarlo porque no están dispuestos a resolver el problema.

¿Cree que el racismo es un tema tabú en Alemania?

Ese es uno de los motivos por los que organizamos esta acción. No lo hicimos para pelearnos con los dueños de clubes, sino porque el racismo es un gran problema en Alemania, y no se practica en los márgenes de la sociedad, sino en su justo medio. Ese racismo cotidiano lo vivo como africano en muchas situaciones, en la vida laboral o en la calle. Uno se lo encuentra constantemente y, aún así, se trata de negar todo el tiempo, se esconde. El racismo es un tabú. Cuesta trabajo pronunciar la palabra.

En muchos casos se trata de racismo, pero se habla de discriminación o extremismo de derecha. Es más fácil hablar de extremismo de derecha, porque el extremismo de derecha está en el margen de la sociedad, no en su centro. No involucra a tantas personas; son, por así decirlo, “un par de locos”, que ven las cosas así, “pero nosotros, la mayoría, no, nosotros no tenemos que ver con eso”.

También es más fácil hablar de discriminación, porque la discriminación puede afectar a cualquiera. Hay discriminación entre alemanes, contra las mujeres, por ejemplo, y lo mismo pasa también en otras sociedades. O sea, que no hay una víctima y un victimario claros, así que uno no tiene que sentir culpa.

Ustedes les escribieron a los dueños de los clubes, exigiéndoles que emitieran lo que se denomina una “carta de cesar y desistir” para frenar el comportamiento racista de sus locales. Les advirtieron que no han desechado la posibilidad de denunciarlos… ¿Qué sigue ahora?

Aún no podemos denunciar. Eso muestra también que la legislación no toma en serio el racismo, a pesar de haberse comprometido ante Naciones Unidas a combatirlo. Cuando uno es discriminado aquí por su color de piel, no es posible dirigirse directamente ante la justicia y hacer la denuncia, sino que hay que buscar una solución extrajudicial. Solo podemos presentarnos ante la justicia si no logramos llegar a un acuerdo. Con mi abogada, le escribimos a diez clubes. Hasta el fin del plazo, solo cinco habían respondido, con ellos puedo iniciar un proceso de conciliación. A los otros tenemos que volverles a escribir.

¿Cómo respondieron los dueños de clubes que reaccionaron a su carta?

La mayoría sencillamente dijo: “No me pueden acusar de racismo, tengo empleados turcos, griegos, italianos”. Ellos creen que cuando uno habla de racismo se trata solo de ser alemán o no. No tienen ni idea de lo que significa racismo. ¿Sólo porque tengo un empleado italiano, francés, iraní o africano estoy libre de racismo? ¿O sea, que un iraní no puede ser racista?

Todos escriben que no los podemos acusar de racismo, aunque probablemente les hayan dado indicaciones racistas a sus porteros o sus porteros hayan decidido sobre la base de criterios racistas. Sencillamente no quieren reconocer que es así.

Entrevista: Andrea Grunau (rml)

Editor: Diego Zúñiga

El futuro de África y el futuro de la humanidad.

Estándar

Por Kalaf Epalanga* (Rede Angola)

de saltos¿Qué lugar es ese, que nosotros los negros ocupamos en la mente de la humanidad? Para muchos no pasamos de datos estadísticos, esto es, somos un número abstracto con el cual nadie sabe muy bien cómo lidiar, ni nosotros mismos. Somos millones, sin rostro, sin nombre, una masa de gente desesperada a la deriva en el mar mediterráneo de camino al infierno.  Unas decenas, unas centenas, en una villa remota, en una sala de clases, en cualquier ciudad de este vasto continente que aparentemente nadie ve, ni siquiera los que habitan en él.  Somos millares de cuerpos en una tierra bendecida, forzados a lidiar con su propia invisibilidad.  Incapaces de reconocer tanto el cuerpo que habitamos como el de aquellos que nos son próximos, a escasos metros inclusive, curvado en el suelo y a gritos, ojos salientes y a la espera del último golpe de catana que el brazo igual al suyo irá a despedir.   Aquel golpe fatal, no sólo mutila, mata, anula toda o cualquier resto de esperanza en la humanidad.

Si miramos de cerca, la diferencia entre víctima y victimario es tan ínfima, que si nos distrajésemos seríamos capaces de concluir que el número de tragedias e injusticias que hemos venido a catalogar, por lo menos, desde el fin de la colonización europea hasta el día de hoy, podrían ser entendidas como fruto de una serie de caprichos geográficos y religiosos. Pero no, el problema es que nadie sabe qué hacer con nosotros, ni los que nos guían espiritualmente ni los que nos gobiernan, ni muchos menos nosotros como grupo.  No sabemos o que se espera de nosotros.  África parece ser una de aquellas novelas con potencialidad pero inconsistente.  Todo porque el protagonista principal, por más bien intencionado que sea, no consigue traducir de forma clara sus motivaciones, mientras que todos los otros personajes secundarios, luego n las primeras páginas, nos revelan a lo que vienen.  Europeos, americanos, rusos, chinos y hasta los cubanos, siempre fueron claros en cuanto sus motivaciones, sólo nosotros, los africanos, tartamudeamos cuando nos preguntan que esperamos de este continente.

La historia de los negros, así como la historia de la humanidad, no es bonita.  Algunos de nuestros líderes pensadores más iluminados, valerosos, audaces o incluso alucinados, si lo prefieren, fueron incapaces de esclarecer lo que significa ser africano, ser negro y en algunos de los casos, para los más equivocados, lo que significa tener una tez más clara, o ser blanco en el continente cuna de la humanidad.  Si dejásemos de lucrar con la ceguera colectiva a la que nos sujetamos, aun en algunos casos de forma inconsciente, podríamos aprovechar el fuego que nos quema por dentrocuando nos vemos delante de más de una tragedia africana.  Y comenzar, quien sabe, a examinar los mitos que hemos venido perpetuando voluntaria o involuntariamente sobre África y su pueblo a la luz de los nuevos pilares ideológicos que servirán para sustentar el futuro de la humanidad.

Kalaf Epalanga.  BENGUELA, 1978.  Musico de Buraka Som Sistema.  Publicó “Estórias de Amor para Meninos de Cor” y crónicas en varios periódicos.

Traducción: Bárbara Igor (MisosoAfrica)

Un guineano se inmola en Bruselas al no obtener papeles

Estándar

Nos parece importante destacar este tipo de noticias, porque como ya hemos denunciado anteriormente, este es uno de los tantos problema que surgen a raíz de la falta de unificación en las políticas migratorias de los países de la Unión Europea.  Así, mientras España o Italia a diario intentan hacer frente a esta crisis humanitaria – ver el ejemplo en el artículo «los ángeles blancos»– , otros países de la comunidad simplemente cierran sus puertas.

Por DW

Dos personas se han suicidado en Bélgica tras no conseguir un permiso de residencia, según denunció hoy el centro vientos del sur wordpressde coordinación e iniciativas para los refugiados y extranjeros (CIRE), que denuncia el alto coste humano de la política migratoria belga. «Estos actos desesperados se produjeron en dos lugares muy simbólicos», anunció hoy el CIRE, que cita una información de la fiscalía de Bruselas, según la cual un guineano de 25 años se inmoló al prenderse fuego en la tarde del jueves en los servicios de la agencia federal para la acogida de los solicitantes de asilo.

El otro demandante de asilo, de origen marroquí, fue encontrado muerto en la mañana del jueves en el centro de detención de Merksplas, en la provincia de Amberes. Más de medio centenar de inmigrantes sin papeles se ha concentrado hoy frente la oficina de extranjería de Bruselas en protesta por lo ocurrido. (EFE)

En prisión primer médico condenado por ablación con resultado de muerte.

Estándar

ablación femenina

Egipto ha dictado este lunes (26.01.2015) la primera condena de su Historia contra el médico que practicó la mutilación genital femenina a Soheir, una niña de 13 años que murió durante la intervención. Un tribunal de apelaciones ha sentenciado a dos años y tres meses de cárcel al doctor que le arrebató la vida a la menor cuya muerte se ha convertido en aldabonazo de la lucha contra la ablación, una atroz tradición muy arraigada aún hoy en el país más poblado del mundo árabe.

«Es una victoria para los movimientos femeninos en Egipto. Por primera vez tenemos un condena firme y clara contra la mutilación genital», ha reconocido a EL MUNDO Reda el Danbuki, abogado de la acusación y miembro del Centro Egipcio de Asistencia Legal a la Mujer. «Por fin Soheir descansa en paz. Se ha condenado a quienes atentaron contra su vida y su cuerpo en la primera sentencia desde la prohibición de la ablación en 2008″, ha agregado el letrado.

El drama de Soheir, que falleció en junio de 2013 en la clínica de un pueblo del delta del Nilo, es un símbolo contra la mutilación genital que sigue llevándose a cabo en clínicas y domicilios de Egipto. Una campaña internacional consiguió reactivar un proceso que había sido archivado. En noviembre, sin embargo, una corte de asuntos menores del delta del Nilo (norte del país) absolvió al médico y el padre de la menor. Argumentó que el crimen había expirado después de que el galeno comprara el silencio de la familia por 5.000 libras egipcias (unos 600 euros).

El recurso -presentado por la acusación- ha surtido efecto. La justicia ha condenado este lunes al doctor Raslan Fadl a dos años entre rejas por homicidio y a otros tres meses por practicar la ablación.Su clínica, donde hasta ahora había continuado realizando esta tradición ilegal, permanecerá clausurada durante un año. El padre de Soheir, Bati Ibrahim, ha recibido una condena suspendida de tres meses, que se aplicaría si en los próximos tres años intenta someter a otra hija al mismo calvario que padeció la fallecida. Inicialmente ambos se enfrentaban a una pena de entre tres y siete años de prisión.

«Estamos en el camino de conseguir la erradicación de estas costumbres nocivas. Estamos seguros de que no tienen ninguna vinculación con la religión», ha apostillado El Danbuki. «Es un triunfo formidable para las mujeres y niñas de Egipto, el país con el mayor número de víctimas de mutilación del planeta. Esperamos que sea el primer paso en la eliminación una vez por todas de esta forma extrema de violencia contra las mujeres», ha declarado Suad Abu Dayyeh, investigadora de la organización «Equality Now» que junto a un equipo de letrados locales ha litigado para revivir la causa.

El largo proceso de Soheir se ha convertido en el primer juicio desde que se prohibiera en 2008 la ablación de clítoris, practicada por musulmanes y cristianos pero omitida en el Corán y la Biblia. Egipto tiene el triste mérito de liderar la clasificación mundial, por delante de Etiopía o Nigeria.

Una de cada cinco mutiladas reside en la tierra de los faraones, según Unicef. Un total de 27,2 millones de mujeres -el 91% de las egipcias en edad fértil- han sido víctimas de esta terrible costumbre. Sus partidarios aseguran que se trata de una practica religiosa que reduce la libido de las mujeres, preserva su virginidad hasta el matrimonio y elimina cualquier tentación de adulterio.

Crónica de una ablación mortal

La tragedia de Soheir, que uno de sus tíos relató a este diario el pasado abril, tuvo lugar una tarde de junio de 2013. Su padre acudió a la clínica de Raslan para someter a su hija a la ablación. Confiaba en el médico porque había mutilado a su hija mayor por el módico precio de 20 libras (unos dos euros). Pero la operación, que sufren anualmente miles de niñas egipcias, se torció. Y Soheir no despertó jamás. La autopsia determinó que había fallecido por sobredosis de anestesia.

La prensa local dio debida cuenta del drama. La conmoción, sin embargo, apenas duró unos días. Luego, la convulsión política y su reguero interminable de cadáveres sepultó la historia. Los tribunales, saturados de querellas, archivaron el caso después de que el informe médico oficial señalara que Soheir había perdido la vida en una operación de cirugía para tratarle unas verrugas genitales. El padre denunció al doctor pero luego se desdijo y modificó su testimonio en línea con la versión del primer forense.

Desde entonces el círculo familiar de Soheir ha tratado de olvidar. «Por supuesto que estamos tristes, pero así es el destino de Dios. Soheir habría muerto con o sin la intervención del médico. Él no quiso matarla. Fue un error, como el de un señor que va al volante y atropella a un peatón «, declaró a este diario Mahmud Mohamed, tío paterno de la fallecida. «Queremos volver a la rutina. Hay que tener compasión con el padre. La familia ha perdido a una de sus tres hijas. ¿Cómo va a permitir que el padre también se pierda en la cárcel? No tienen otro varón. ¿Qué comerán las niñas si se quedan solo a cargo de la madre?», añadió.

La mutilación genital femenina, común en una veintena de países africanos, es ajena al mundo musulmán. De hecho, solo está arraigada en Egipto y Sudán. Su prohibición -impulsada por Suzanne Mubarak, la esposa del entonces presidente- nunca fue aplicada con severidad.

LEER MÁS SOBRE LA ABLACIÓN FEMENINA

Publicado por EL MUNDO.ES 

Texto: Francisco Carrión

Charlie Hebdo, un nuevo caso (entre tantos otros).

Estándar

coran

A pocas horas del atentado al semanario Charlie Hebdo en París, y que cobró alrededor de doce vidas entre ellas la de su editor Charb, resulta fundamental poner nuevamente en la palestra la discusión acerca de las condiciones extremas en que, en la actualidad, periodistas y reporteros  de todo el mundo, incluida África, deben desarrollar sus labores y vivir sus vidas.

En estos tres años de MisosoÁfrica, he sido testigo de situaciones irregulares que han afectado directamente a profesionales de la información en el continente africano, y de entre las que puedo mencionar cuentan detenciones ilegales – o secuestros, si se quiere -,  amenazas de muerte y no en pocas ocasiones, violentas amenazas contra parientes y amigos.

Lo que hoy sucedió en París, no es un hecho aislado.  Una seguidilla de amenazas e incluso el incendio a la sala de redacción el año 2011, obligaban a este semanario a operar en sus dependencias bajo vigilancia policial.     Es por ello la necesidad de que, con independencia de quien sea que se adjudique el atentado, este hecho debamos pensarlo como lo que es: una violación a los principios fundamentales de la democracia y a los derechos humanos.   Y esto no debemos perderlo de vista.

Porque hechos de esta calaña no son sólo parte de las prácticas del Estado Islámico, como podríamos deducir hoy por hoy, a través de los medios que se han sumado al combate contra esta nueva amenaza a la paz mundial.  Sin ir más lejos, la semana recién pasada el brasileño Marcos de Barros Leopoldo Guerra, periodista aficionado, y que utilizaba su blog como espacio de denuncia de presuntos atentadocasos de corrupción que afectaban a su localidad, fue asesinado en su casa de Ubatuba (São Paulo).   Como informara la organización Campaña por un Emblema de Prensa, Brasil en la actualidad es uno de los países más peligrosos para quienes ejercen la labor de informar aquello que otros intentan silenciar.  Sin embargo, este hecho que pasó a ser informado sin pena ni gloria por algunos medios de prensa principalmente lusófonos, hasta ahora  sólo ha servido para infundir miedo, y engrosar la lista de crímenes contra profesionales de la información que ocurren en el mundo entero.

Días después del asesinato de Marcos de Barros, Folha8, periódico de oposición al gobierno de José Eduardo dos Santos en Angola, y dedicado a denunciar casos de corrupción política, así como los sistemáticos abusos por parte de las fuerzas armadas y de orden contra la oposición, recibió nuevas amenazas que, como ya resulta habitual, apuntan contra su director, William Tonet, y nuestro amigo Orlando Castro, Jefe de Redacción.  Cabe señalar que en la actualidad, Folha 8 es el único medio de prensa de oposición que pese al constante peligro, ha conseguido mantenerse activo.

Angola es un caso emblemático de represión no sólo a sus propios medios de prensa, sino que también hacia los manifestantes que constituyen la oposición a un régimen cuyo presidente es uno de los que más años cuenta en el ejercicio de sus funciones.  Pero pese a todos los antecedentes, hechos de este tipo, paradójicamente, no son noticias que despierten el interés de las transnacionales de la información.

En lo que a la África Subsahariana respecta, no es sólo Angola la que padece este tipo de aberraciones.  Sin ir más lejos, en la vecina República Democrática del Congo, Robert Chamwami Shalubuto, reportero del medio estatal Radio y Televisión Nacional Congoleña (RTNC), fue asesinado a tiros en las cercanías de su casa.  Este crimen vino a formar parte de un total de 138 periodistas asesinados sólo en el año 2014.

 Es por esto que un incidente condenable como el ocurrido hoy en París debe ser un llamado de atención sobre lo que está ocurriendo hoy en el mundo, más aun cuando las cifras demuestran que la mayoría de estos crímenes  nunca llegan a ser castigados y los índices de intolerancia parecen aumentar considerablemente.  La libre expresión es un derecho que tanto los Estados como nosotros, los ciudadanos, debemos proteger y respetar, y una manera de hacerlo es practicando la tolerancia en nuestros  propios lugares de acción (como padres, como vecinos, como colegas, como agentes activos en las redes sociales).  Esto podrá ser un pequeño aporte a la interminable batalla en la que ya muchos han perdido sus vidas.

Kofi Annan: Respuesta internacional al Ébola fue lenta por ser una crisis que comenzó en… África

Estándar

expoknews

Los países ricos fueron lentos en reaccionar ante la epidemia del virus Ébola, por haber comenzado en África, critica el antiguo secretario-general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.

«Estoy profundamente decepcionado por la respuesta (…). Estoy decepcionado por que la comunidad internacional no actuó de prisa», dijo Kofi Annan a un programa de referencia de la BBC, el Newsnight.

«Si la crisis hubiese comenzado en otra región, probablemente habría sido administrada de forma muy diferente. De hecho, si vemos la evolución de la crisis, la comunidad internacional despertó realmente cuando la enfermedad alcanzó a América y a Europa», especificó.

Este diplomático ganés, que lideró la ONU durante una década, hasta el 2006, dijo que debería haber sido evidente que el avance del virus hacia afuera de las fronteras de África, a partir de su epicentro, era sólo una cuestión de tiempo.

*** Este texto fue compartido por nuestro amigo y colaborador, el Periodista Orlando Castro.

Ángeles blancos: la dramática lucha por salvar vidas en el mar

Estándar

«Mientras la UE no defina una política migratoria única para su territorio, este problema continuará siendo de exclusiva responsabilidad de Italia, un peso que indudablemente el Estado italiano no debe cargar solo».

  • En Italia se menciona a Mare Nostrum como candidata a ganar, mañana, el Nobel de la Paz. Su contribución para limitar las tragedias de inmigrantes ya fue reconocida por la Unión Europea y la ONU.
  • En el drama, también hay clases sociales y racismo entre los inmigrantes: quienes pagan más están en la parte superior de la embarcación (en general los sirios), y quienes pagan menos (subsaharianos), abajo, con poco oxígeno y a merced de gases tóxicos de los motores.
  • «Italia está sola en esta emergencia humanitaria colosal. Pero si no estuviéramos nosotros, habría muchas más desgracias»

Por Elisabetta Piqué  | LA NACION

Abdullah, de 28 años y oriundo de Gambia, es una de las 774 personas que están en cuclillas, con brazaletes numerados, en la inmensa bodega del buque San Giusto. Una nave de guerra italiana que, desde hace un año, no hace operaciones militares, sino que tiene otra tarea: salvar vidas en esa hecatombe del siglo XXI que, entre el silencio y la indiferencia de Europa, se está dando en el mar Mediterráneo.

La misión de la marina italiana se encarga de llevar a inmigrantes rescatados a algún centro de recepción en tierra firme. Se trata de virtuales prisiones que tuvieron que levantarse en toda Italia en los últimos años.

En las aguas idílicas del Mediterráneo, desde principios de este año más de 2500 personas murieron en los denominados «viajes de la esperanza», según la Organización Internacional de Migrantes (OIM). Desde 2000, murieron ahogadas más de 22.000 personas. Todas huían de la miseria, el hambre, las guerras y la violencia, en busca de una vida mejor.

El barbijo que llevamos militares, enfermeros, médicos, algunos parlamentarios y unos pocos periodistas presentes en el vientre de la San Giusto no impide sentir un olor fuerte. Es a encierro -afuera hace calor-, pero también a adrenalina, emanada desde los cuerpos de las 774 personas rescatadas en cinco naufragios en los últimos tres días.

En todas sus miradas es palpable el infierno que vivieron, pero también el miedo a lo que vendrá, a lo que les espera en una Europa cada vez más parecida a una fortaleza inaccesible, asustada por un fenómeno que crece y que nadie sabe cómo enfrentar. Para evitar el contagio de eventuales enfermedades, llevamos barbijo, un mameluco blanco con capucha, de material sintético especial, dos pares de guantes y protectores de zapatos.

«Aunque al principio los más chicos se asustan, después nos llaman los ángeles blancos», revela el doctor Domenico Arenoso, mientras revisa la pierna de uno de los inmigrantes. Genovés y experto en enfermedades infecciosas, Arenoso está a cargo de la unidad médica de la San Giusto, que no sólo cuenta con una sala de operaciones, sino también con helicópteros para evacuaciones y dos drones para detectar desde el aire a los mercaderes de la muerte, que hacen negocios con la desesperación de los migrantes.

La San Giusto es una nave inmensa: tiene 133 metros de largo y 25 de ancho, 500 camas, una tripulación de 174 hombres y mujeres, capacidad de 620 toneladas, 34 vehículos acorazados y helipuerto. Es el cerebro de la operación Mare Nostrum, puesta en marcha hace un año por el gobierno italiano para que no vuelva a haber tragedias como la del 3 de octubre del año pasado. Entonces, más de 360 personas murieron en un naufragio cerca de la isla de Lampedusa, al sur de Sicilia, en la peor catástrofe en el Mediterráneo hasta ahora.

En Italia, incluso, se menciona a Mare Nostrum como candidata al ganar, mañana, el Nobel de la Paz. Su contribución para limitar las tragedias de inmigrantes ya fue reconocida por la Unión Europea y la ONU.

Desde que comenzó a funcionar, el operativo salvó 90.061 vidas por sí solo, y más de 138.000 junto a naves mercantiles. El 77% de los rescatados fueron hombres menores de 45 años; el 11%, mujeres, y el 12%, menores de 18 años. Mare Nostrum cuesta nueve millones de euros por mes, que desembolsa la marina italiana. Emplea entre 700 y 1000 militares -aunque también hay civiles- y opera en un área de 71.000 kilómetros cuadrados, equivalente a tres veces el tamaño de Sicilia.

«Hacen falta dos días de navegación para ir de un punto a otro», explica el comandante Massimo Vianello. «Salvamos personas en cantidades industriales: llegamos a rescatar en dos días a 2500 personas durante el pico de la oleada migratoria, en julio y agosto. Ahora sigue el buen tiempo y el flujo es constante: parten en forma incesante. Calculamos un promedio de siete embarcaciones por día que salen desde Libia, en su mayoría, y desde Egipto», detalla Vianello.

 

 

En la bodega de la San Giusto, esa marea de desesperados, con sus números identificatorios, es como un puñetazo en el estómago. Detrás de la protección del barbijo, uno no puede dejar de pensar con qué cara se puede mirar a esa gente, que sólo busca tener una vida normal, en paz.

Abdullah, uno de los pocos africanos que habla inglés, sonríe, levanta el pulgar y hace la V de la victoria. Cuenta que es la segunda vez que lo intenta. «Hace dos años me repatriaron a Túnez. Esta vez espero quedarme.» ¿Dónde? «En Italia, Alemania, Inglaterra… donde sea», dice.

Como muchos otros, se embarcó en Trípoli, la capital de Libia, que desde la caída del régimen de Muammar Khadafy atraviesa una situación anárquica. Desde sus costas -en localidades como Zuwarah y Benghazi- parten la mayoría de las «carretas del mar». Abdullah pagó 800 dólares para su travesía junto a otros 150 desesperados en un gomón desvencijado, made in China, durante dos días de terror, hasta que fue rescatado.

Para pagar su pasaje, durante un año y medio trabajó como albañil en Libia. Ahí lo pasó mal. «Sufrimos mucho, los árabes no son buenos», dice. Como otros, no viajó solo. Lo hizo con su hermano menor, Charmo, de 25 años, que viste una musculosa igual a la suya, a rayas. Se las pusieron para no perderse en medio de la odisea. «Vinimos para tener una vida mejor. En Gambia no hay trabajo. Tengo dos hijos y vine por ellos, para poder ayudar a mi familia», señala Abdullah.

El sirio Salam Ammura, de 24 años, tiene otra historia. Es de Homs, y como muchos otros compatriotas que están en la bodega huyó de la atroz guerra civil de su país. «Primero fui a Argelia, luego a Túnez y después a Libia, de donde salí. Soy ingeniero y quiero irme a Suecia, cuenta.

La San Giusto, que tiene 20 años y es el orgullo de la marina italiana, está por llegar al puerto de Reggio Calabria. Aún no lo saben los 774 inmigrantes -de Eritrea, Sudán, Mali, Gambia y otros países- rescatados en los últimos tres días.

«¿Estamos llegando a Reggio Ca… qué? ¿Eso es Italia? ¡Bien!», celebra Abdullah, que aprieta la chapita que lo identifica y el papel que indica el número de embarcación de la que fue rescatado. Esa chapita sirve para que, más tarde, los «ángeles blancos» le devuelvan una bolsita numerada en la que guardaron sus pertenencias.

Abdullah, su hermano y los demás recibirán luego un par de zapatillas azules, antes de ser trasladados en ómnibus a algún centro para la acogida de inmigrantes, de los que seguramente luego lograrán escapar, como admiten los parlamentarios presentes (algunos, los de derecha, muy críticos con Mare Nostrum).

Amina Hutel, de 32 años, también es de Gambia. Uno de los «ángeles blancos» de la San Giusto la está ayudando. Intenta calmar el llanto de la beba de un año que lleva en la espalda, envuelta en una tela. «Esta mujer viaja sola, algo que no es normal. Me contó que vio cómo mataban a su hijo de dos años, por eso quiso irse de su tierra», cuenta la ginecóloga Valeria Songa, que precisa que entre los 774 pasajeros hay tres embarazadas, todas sirias y en buen estado.

Ser rescatados por la San Giusto en plena tempestad o de noche fue para los inmigrantes como llegar a un oasis. Recibieron un chequeo sanitario, fueron censados e identificados, y les dieron un plato de fideos, fruta y agua. Además, pudieron relatar sus odiseas gracias a un equipo de intérpretes, los llamados «mediadores culturales».

«No esperamos a que naufraguen. Hacemos un trabajo de prevención. Apenas detectamos una embarcación, mandamos helicópteros a ver de qué se trata: si es precaria y está llena de gente sin salvavidas, como siempre pasa, intervenimos inmediatamente», explica el comandante Mario Mattesi.

El trabajo de los «ángeles blancos» es de 24 horas por día. Y es duro. «Algunos llegan con fracturas porque fueron maltratados, torturados. Estuvieron hacinados, con problemas cardíacos, diabéticos, deshidratados», cuenta Arenoso, jefe del servicio médico. «Nunca en mi vida olvidaré cuando me tocó subir a una embarcación donde fueron hallados 45 muertos, asfixiados», dice.

Es que, drama en el drama, también hay clases sociales y racismo entre los inmigrantes: quienes pagan más están en la parte superior de la embarcación (en general los sirios), y quienes pagan menos (subsaharianos), abajo, con poco oxígeno y a merced de gases tóxicos de los motores.

«Las historias de esta gente son iguales a las de la Shoá [el Holocausto]. La diferencia es que estas personas se autodeportan, huyen de situaciones imposibles. Pero lo que yo me pregunto es ¿dónde irán; podrán rehacer sus vidas?», reflexiona la doctora Songa, que aprovechó sus vacaciones para ser voluntaria durante un mes en la San Giusto.

«Mi hija me hizo leer el discurso del Papa cuando fue a Lampedusa y decidí presentarme -revela-. La experiencia es dura, desgarradora, pero volvería a hacerla.»

El capitán de corbeta Antonio Giummo, otro «ángel blanco», dice que lo más impresionante es ver a los chicos, que casi nunca viajan solos. «Si esta gente arriesga la vida de sus hijos, significa que realmente huyen de una muerte segura», dice. Como el resto de la tripulación, Giummo, de 43 años, está orgulloso de su labor, considerada de todos modos insuficiente.

«Para salvar a todos harían falta más medios», lamenta el comandante Mattesi. «Italia está sola en esta emergencia humanitaria colosal. Pero si no estuviéramos nosotros, habría muchas más desgracias», advierte.

Fabio Carella, mariscal de la marina, con una cámara registra todo lo que pasa en Mare Nostrum. Confiesa que se conmueve en cada salvataje de desesperados. Su traje de «ángel blanco» le sirve de coraza. «Es mucho sacrificio -dice-. Pero lo hacemos con gusto. Basta una sonrisa.

Interrogantes en torno al Ébola

Estándar

ébola

Ha comenzado a escucharse en algunos medios de información, cómo el Ébola constituye una amenaza expansible a través de las migraciones.  Me gustaría dejar planteada una interrogante que va en otra dirección:

¿Corremos el peligro de que el Ébola llegue a convertirse en un arma biológica utilizada en pro del control  migratorio?  

Lejos de teorías conspirativas que versan sobre enfermedades creadas por los grandes poderes económicos, quiero dejar planteada la necesidad que existe sobre ser cautos a la hora de informar sobre esta enfermedad, tomando siempre las precauciones necesarias para no convertirla en un circo mediático que pueda ser utilizado con otros fines.  Más aun cuando se difunde poco el hecho de que el Ébola es un virus que pese a la alta tasa de mortalidad que ha producido en sus brotes, no es un virus de un alto nivel de contagio, debido a que la propagación se produce sólo de manera directa (principalmente por medio del intercambio de fluidos).  No se trata de negar la relevancia que el virus tiene y sus consecuencias catastróficas, sino que de dejar en evidencia que tomando las precauciones sanitarias necesarias, será posible controlar su propagación.

Espero, de buena fe, que este virus que ha derivado en una crisis humanitaria, sea tratado de la manera más correcta posible, tanto por los medios informativos como por quienes tienen la posibilidad de hacerle frente, sin otro interés de por medio que el de su erradicación definitiva de la faz de la tierra.

20 años del Genocidio en Ruanda: «Los acreedores del genocidio de 1994»

Estándar

El impacto social catastrófico de las políticas dictadas por el BM/FMI y de la caída del precio del café en el mercado mundial (caída que se debe relacionar con las políticas de las instituciones de Breton Woods y de Estados Unidos que lograron hacer saltar el cártel de los productores de café en la misma época) tuvo un papel clave en la crisis de Ruanda

Por  Éric Toussaint(*)

A partir del 7 de abril de 1994, en un intervalo de menos de tres meses, cerca de un millón de ruandeses —la cifra exacta queda por determinar— fueron exterminados porque eran tutsis o se suponía que lo eran. Pero también hay que agregar el asesinato de decenas de miles de hutus moderados. Por supuesto, hubo un genocidio, es decir, la destrucción planificada de una colectividad entera por el asesinato masivo, cuyo objetivo era impedir su reproducción biológica y social.

En ese contexto, es fundamental interrogarse sobre el papel de los prestamistas internacionales. Todo hace pensar que las políticas impuestas por las instituciones financieras internacionales, principales proveedores de fondos del régimen dictatorial del general Juvenal Habyarimana, aceleraron el proceso que condujo al genocidio.

GENOCIDIO EN RUANDAGeneralmente, la incidencia negativa de estas políticas no se tuvo en cuenta en la explicación del desenlace dramático de la crisis ruandesa. Solamente algunos autores pusieron en evidencia la responsabilidad de las instituciones de Bretón Woods |1|, que, por otro lado, rechazan cualquier crítica al respecto.

A comienzos de los años 1980, cuando estalló la crisis de la deuda del Tercer Mundo, Ruanda, como su vecino Burundi, estaban muy poco endeudados. Mientras que en otros lados del mundo, el Banco Mundial y el FMI abandonaban su política activa de préstamos y pregonaban la abstinencia, estas mismas instituciones adoptaron una actitud diferente con Ruanda y se encargaron de concederle generosos préstamos. La deuda externa de Ruanda se multiplicó por veinte entre 1976 y 1994. En 1976, se elevaba a 49 millones de dólares, en 1994 llegaba a cerca de los 1.000 millones de dólares. La deuda, sobre todo, aumentó a partir de 1982. Los principales acreedores fueron el Banco Mundial, el FMI y las instituciones relacionadas (a las que llamaremos IFI, instituciones financieras internacionales). El BM y el FMI tuvieron el papel más activo en el endeudamiento. En 1995, las IFI poseían el 84 % de la deuda externa ruandesa.

El régimen dictatorial instalado desde 1973 garantizaba que no se iba a producir un vuelco hacia políticas de cambios estructurales progresistas. Y por eso el régimen tenía el apoyo activo de las potencias occidentales: Bélgica, Francia y Suiza. Además, podía constituir una muralla respecto a algunos Estados de la región que mantenían todavía veleidades de independencia y de cambios progresistas (Por ejemplo: Tanzania con el presidente progresista Julios Nyerere, quien era uno de los líderes africanos del movimiento de los no-alineados).

Durante la década de 1980 y hasta 1994, Ruanda recibió muchos préstamos, pero la dictadura de Habyarimana se apropiaba de una parte considerable de la misma. Los préstamos concedidos debían servir para mejorar la inserción de la economía ruandesa en la economía mundial, desarrollando sus capacidades de exportación de café, de té y de estaño (sus tres principales productos de exportación), en detrimento de los cultivos destinados a la satisfacción de las necesidades locales. El modelo funcionó hasta mediados de los años ochenta, momento en el que los precios, del estaño primero, luego del café, y por último del té, se desplomaron. Ruanda, cuyo café constituía su principal fuente de divisas se vio total y gravemente afectada por la ruptura del cártel del café provocado por Estados Unidos, a comienzos de los años noventa.

Utilización de los préstamos internacionales para preparar el genocidio

Algunas semanas antes del desencadenamiento de la ofensiva del Frente Patriótico Ruandés (FPR) en octubre de 1990, las autoridades ruandesas firmaron con el FMI y el BM en Washington un acuerdo para poner en marcha un programa de ajuste estructural (PAE).

Este PAE se comenzó a aplicar en noviembre de 1990: el franco ruandés se devaluó un 67 %. En contrapartida, el FMI concedía créditos en divisas de desembolso rápido para permitir que el país mantuviera el flujo de las importaciones. Las sumas así prestadas permitían equilibrar la balanza de pagos. El precio de los bienes importados aumentó de manera vertiginosa: por ejemplo, el precio de la gasolina aumentó en un 79 %. El producto de la venta en el mercado nacional de los bienes importados permitía al Estado pagar los sueldos a los militares, cuyos efectivos aumentaban velozmente. El PAE preveía una disminución de los gastos públicos: hubo, por supuesto, congelación de salarios y despidos en la función pública pero también transferencia de una parte de los gastos en beneficio del ejército.

Mientras que el precio de los bienes importados aumentaba, el precio de compra del café a los productores estaba congelado, y esto fue exigido por el FMI. En consecuencia la ruina para centenares de miles de pequeños productores de café |2| que, con las capas más empobrecidas de la población, fueron desde entonces un reservorio permanente de reclutas para las milicias Interahamwe y para el ejército.

Entre las medidas impuestas por el BM y el FMI, mediante el PAE, hay que señalar, además del aumento de impuestos al consumo y la reducción de los impuestos a las sociedades, el aumento de los impuestos directos a las familias populares por reducción de las exoneraciones fiscales por familia numerosa, la reducción de las facilidades de crédito a los campesinos, etc.

Para justificar la utilización de los préstamos de la pareja BM/FMI, el BM autorizó a Ruanda a presentar facturas antiguas que cubrían la compra de bienes importados. Este sistema permitió a las autoridades ruandesas financiar la compra masiva de armas para el genocidio. Los gastos militares se triplicaron entre 1990 y 1992 |3|. Durante este período, el BM y el FMI enviaron varias misiones de expertos, quienes subrayaron algunos aspectos positivos de la política de austeridad aplicada por Habyarimana, pero, no obstante, amenazaron con cortar los pagos si los gastos militares continuaban creciendo. Las autoridades ruandesas pusieron a punto algunos montajes para disimular los gastos militares: los camiones comprados para el ejército se imputaron al ministerio de Transportes, una parte importante de la gasolina utilizada para los vehículos de las milicias y del ejército era imputada al ministerio de Sanidad. Finalmente el BM y el FMI cerraron el grifo de la ayuda financiera a comienzos de 1993, pero no denunciaron la existencia de cuentas bancarias que las autoridades ruandesas poseían en el extranjero en grandes bancos y en las que seguían disponibles importantes sumas de dinero para la compra de armas. Podemos considerar que el BM y el FMI fallaron en su deber de control sobre la utilización del dinero prestado. Debieron cortar sus préstamos desde comienzos de 1992, cuando supieron que el dinero era utilizado para la compra de armas. En ese momento debieron haber alertado a la ONU. Al continuar otorgando préstamos hasta comienzos de 1993, ayudaron a un régimen que preparaba un genocidio. Las organizaciones de defensa de los derechos humanos habían denunciado desde 1991 unas masacres preparatorias del genocidio. El Banco Mundial y el FMI sistemáticamente ayudaron al régimen dictatorial, aliado de Estados Unidos, de Francia y de Bélgica.

El aumento de las contradicciones sociales

Para que el proyecto genocida pudiera llevarse a cabo no sólo hacía falta un régimen para concebirlo y dotarse de los instrumentos para su realización, sino también la presencia de una masa empobrecida, presta a realizar lo irreparable. En ese país, el 90 % de la población vivía en el campo, y el 20 % de la población campesina disponía de menos de media hectárea por familia. Entre 1982 y 1994, se asistió a un proceso masivo de empobrecimiento de la mayoría de la población rural, mientras, en el extremo opuesto de la sociedad, se producía un enriquecimiento impresionante de algunos pocos. Según el profesor Jef Maton, en 1982, el 10 % más rico retenía el 20 % del ingreso rural, en 1992, acaparaba el 41 %, en 1993 el 45 % y a comienzos de 1994 el 51 % |4|. El impacto social catastrófico de las políticas dictadas por el BM/FMI y de la caída del precio del café en el mercado mundial (caída que se debe relacionar con las políticas de las instituciones de Bretón Woods y de Estados Unidos que lograron hacer saltar el cártel de los productores de café en la misma época) tuvo un papel clave en la crisis de Ruanda. El enorme descontento social fue canalizado por el régimen de Habyarimana hacia la ejecución de un genocidio.

Traducido por Griselda Pinero y Raúl Quiroz y publicada su versión  en español en  «El Economista de Cuba»

(*) Éric Toussaint doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Liège –Bélgica- y de la Universidad Paris VIII – Francia-, Maître de conférences en la Universidad de Liège (Bélgica), presidente del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (red internacional basada en Liège, Bélgica) CADTM, miembro del Consejo Internacional del Foro Social Mundial desde su fundación en 2001, miembro de la CAIC-Ecuador (Comisión presidencial de Auditoría Integral del Crédito público).

notes articles:

|1| Chossudovsky, Michel, Rwanda, Somalie, ex Yougoslavie : conflits armés, génocide économique et responsabilités des institutions de Bretton Woods, Dossier CADTM GRESEA, Bruselas, 1995 ; Chossudovsky, Michel y Galand, Pierre, Le Génocide de 1994, L’usage de la dette extérieure du Rwanda (1990-1994). La responsabilité des bailleurs de fonds. Analyse et recommandations, informe preliminar, Ottawa y Bruselas, 1996. Véase también: Duterme, Renaud, Rwanda: une histoire volée, Editions Tribord y CADTM, 2013

http://livre.fnac.com/a6103644/Rena

|2| Maton, Jef. 1994. Développement économique et social au Rwanda entre 1980 et 1993. Le dixième décile en face de l’apocalypse.

|3| Nduhungirehe, Marie-Chantal. 1995. Les Programmes d’ajustement structurel. Spécificité et application au cas du Rwanda.

|4| Maton, Jef. 1994. Op. Cit.

Crisis Alimentaria, origen y consecuencias – síntesis explicativa

Estándar

Por Bárbara Igor

“La Revolución Verde, un proyecto que pretendía salvar al mundo del hambre, destruyó la habilidad de los pobres de auto alimentarse al desplazarlos de su tierra y al degradar el sistema agroecológico, ellos pasaron de producir a depender de la compra de los alimentos”.

crisis-alimentaria-en-paises-pobres-2

Hacia el año 2008, Veterinarios sin Fronteras publica “Introducción a la crisis alimentaria”, libro que compila una serie de investigaciones y artículos breves que proponen una reflexión alternativa a los análisis de la FAO o la OMC*, los que parecen no ser del todo adecuados ante la crisis a la que para ese entonces, se intentaba hacer frente.

Uno de los artículos que destacamos en esta oportunidad, es el ensayo crítico “De las revueltas del hambre a la soberanía alimentaria” de Eric Holt-Giménez y Loren Peabody, en el cual se propone una mirada inquisitiva a lo que los autores consideran las verdaderas causas de la crisis alimentaria, viendo en el monopolio de las grandes corporaciones a uno de los principales responsables.

El complejo agroalimentario está conformado por corporaciones multinacionales activas en los sectores del comercio, las semillas, los químicos y fertilizantes, grandes procesadoras y cadenas de supermercados (1.) Fue edificado durante la segunda mitad del siglo XX, con fondos públicos para subsidiar los granos y ayuda oficial a la investigación y al desarrollo internacional.

En la década de los 70, los países del tercer mundo en su mayoría, exportaban su sobreproducción agraria por un valor de 7.000 millones de dólares.  Luego de la primera “década del desarrollo” promovida por la ONU, el valor de este excedente se redujo a tan sólo 1.000 millones. En la actualidad, luego de 40 años, vale decir, luego de cuatro décadas de desarrollo y de la expansión del sistema global de producción de alimentos, el déficit en comida se ha incrementado en 11.ooo millones de dólares por año.

En resumidas cuentas, el aumento del déficit de comida en el Tercer Mundo no sería consecuencia directa de la sobrepoblación, ni de las sequías, sino que más bien, el hambre sería el resultado de la  destrucción sistemática de los sistemas alimentarios de los países del Sur, a través de una serie de proyectos de desarrollo impuesto por los países del norte.

Uno de los primeros pasos o acontecimientos de importancia para el aumento de los complejos agroalimentarios tuvo lugar en los años sesenta, por medio de la expansión del modelo industrial de producción de alimentos “Revolución Verde”, que “comerció con paquetes tecnológicos de semillas híbridas, fertilizantes y pesticidas químicos en Asia, África y América Latina.  Proyecto de las Fundaciones Ford y Rockefeller (posteriormente financiado por el sector público), la Revolución Verde aumentó las cosechas por acre utilizando semillas híbridas de arroz, trigo y maíz que podían ser sembradas de manera intensiva, requiriendo irrigación y altas cantidades de fertilizante.  En Occidente, la producción de alimentos per cápita aumentó  un 11%.  Pero la cantidad de población con hambre aumentó en idéntico porcentaje. Esto se debe a que las tecnologías de la Revolución Verde fueron adoptadas más fácilmente por los grandes agricultores, quienes ocuparon las tierras ricas bajas, desplazando a los campesinos”.

Los campesinos desplazados, en su mayoría, encuentran asentamiento en las áreas marginales de las grandes urbes, mientras que otro número de estos, comprando los paquetes tecnológicos de la Revolución Verde,  se abren paso en zonas en las cuales, los cultivos significan necesariamente la destrucción gradual de la  selva tropical o de los suelos de las laderas montañosas.

Con la destrucción de la agro-diversidad, construida durante siglos, destrucción a manos de estos paquetes de la Revolución Verde, los campesinos se vieron en la necesidad de cultivar cada vez más, provocando con esto un daño ambiental masivo.

“La Revolución Verde, un proyecto que pretendía salvar al mundo del hambre, destruyó la habilidad de los pobres de auto alimentarse al desplazarlos de su tierra y al degradar el sistema agroecológico, ellos pasaron de producir a depender de la compra de los alimentos”.

Sin embargo no sólo hubo perdedores en la Revolución verde.  El germoplasma que fue tomado por los científicos de los campesinos de América Latina y Asia, significó una ganancia aproximada de 10.2 millones de dólares por año a EEUU, esto por la producción de maíz y soya entre 1970 y 1980; mientras que un tercio de la producción de semillas del CIMMYT (Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo), pasó a ser propiedad de empresas privadas de los países del  Norte como Pioneer Hy-Brid y Cargill.   En cuanto a los perdedores, que nunca se mencionan, tenemos a los agricultores y al medio ambiente.  Un ejemplo de ello está en Centroamérica, región que como consecuencia de la Revolución Verde expandió su frontera agrícola, perdiendo así la mitad de la selva tropical y duplicando su emisión de CO2.

 

SEGUNDO PASO:  TRAS LA REVOLUCIÓN VERDE.

Los Programas de Ajuste Estructural (PAEs) implementados entre los años 1980 y 1990, eran programas de préstamos condicionados, respaldados por el Banco Mundial y el FMI, que tenían por objetivo el pago de la deuda que los países del Tercer Mundo, tras veinte años de desarrollo agricola, tenían con los bancos del Norte.  Para recibir los préstamos del Banco Mundial, los países del tercer mundo debían firmar acuerdos con el FMI que consistían en:

1-      Suprimir las barreras tributarias a los productos importados

2-      Privatizar las compañías y servicios estatales

3-      Abrir sus fronteras a los productos importados

Como es de esperarse, esto permitió la entrada casi indiscriminada de productos subsidiados por EEUU y Europa, y que eran, por lo demás, el resultado de la Revolución Verde: su sobreproducción de granos.

Los agricultores del sur, no pudiendo competir con los granos extranjeros vendidos a precios mucho más bajos que el costo de producción local, se vieron obligados a abandonar sus tierras, quedando así a merced de los grandes agricultores, que los contrataban por sueldos miserables en plantaciones de alimentos de bajo costo para la exportación, principalmente de plátano, algodón, tabaco, café, azúcar y carne.

Es así como el abastecimiento de alimentos de consumo básico quedaría a manos de los países del norte, los que siendo subvencionados no permitían una competencia justa con los agricultores de los países del sur.  De esta manera los llamados países del Tercer Mundo pierden su capacidad de autoalimentarse, convirtiéndose así en productores de alimentos de bajo costo destinados casi de manera exclusiva a la exportación.

Como si esto fuera poco, la crisis del petróleo de los años 70 produjo un alza en los costos de producción y una recesión que llevó a los Bancos prestamistas a exigir el pago de las deudas. De esta manera las divisas provenientes de la exportación eran destinadas al pago de deudas, sin siquiera ser suficientes.  Las familias agrícolas de EEUU quebraron y los países del sur ya no pudieron pagar sus deudas, provocándose así  “la crisis de las deudas”

TERCER PASO: El libre comercio y los agrocombustibles.

hambreLa formación de la OMC en 1995, cuyo objetivo primario era fortalecer el desarrollo de la economía dirigida por el mercado, y el surgimiento de nuevos tratados de Libre Comercio (TLC), complicó aún más la seguridad alimentaria mundial.

Es así como tratados como el NAFTA y el CAFTA acarrearon la “destrucción de millones de economías de subsistencia en Latinoamérica, obligando a millones de personas a emigrar a EEUU en busca de trabajo”.  Todo esto debido a los apoyos internos, subsidios de importación, y al sinnúmero de regulaciones que por EEUU y la UE son pasadas por alto.

Hacia el año 2007, el Banco Mundial estimaba que el aumento del precio del maíz se debía “principalmente al programa de etanol de los EEUU, combinado a las fuerzas del mercado”.  Los subsidios a los agrocombustibles en EEUU, hizo que la cantidad de maíz utilizado por las destilerías pasara de 18 a 81 millones de toneladas, lo que provocó que la mitad de la cosecha de maíz de los EEUU fuese destinada a la producción de combustible, y de paso, que la producción tanto de soya como de trigo disminuyera, aumentando así su valor en el mercado.   Ciertamente el sobreconsumo de grano para la producción de combustible destinado al consumo de los países del norte, ha hecho que muchos de los pequeños productores, los que conforman al menos la mitad de la población de los países del Sur, amenazaran aun más la seguridad alimentaria nacional.

Palabras finales.

Por medio de esta breve exposición que sintetiza el informe de Veterinarios sin Fronteras, se intenta ofrecer un panorama esclarecedor de una situación que hasta hoy muestra sus consecuencias, y que afecta a un gran número de países en condición de subdesarrollo, en todo el mundo. Es así como el gran desastre alimentario no sería otra cosa que la consecuencia de políticas económicas y ambientales dolosas, articuladas para satisfacción de las ambiciones de una minoría, en desmedro del bienestar de la población más vulnerable.

En las próximas entregas veremos cómo este tipo de prácticas continúan vigentes, a manos de ONGs inescrupulosas, o de monopolios empresariales que aprovechando la falta de infraestructura e inversión en algunos países africanos, lucran con excedentes de dudosa salubridad, indiscriminadamente.

*Organización Mundial del Comercio

Imagen 1:  Fuente desconocida, por favor de informar.

Imagen 2: EXTRAÍDA DE EL CIUDADANO

Leer aun es una ilusión para el 40% de los niños de la África Subsahariana

Estándar

Uno de cada cuatro niños en los países pobres no consigue leer una frase, elevándose el porcentaje a 40% en la África Subsahariana.escola

Por Orlando Castro.

Cerca de 250 millones de niños en el mundo no están aprendiendo a leer, revela un reporte de la UNESCO, alertando que la educación está en crisis, con los gobiernos necesitando cerca de 129.000 millones de dólares anualmente.

Una educación inadecuada en todo el mundo dejó un legado de analfabetos más generalizado de lo que se pensaba inicialmente, informa el reporte anual de la UNESCO.

El documento informa que uno de cada cuatro niños en los países pobres no logra leer una frase, y el porcentaje se eleva a 40% en los países de la África Subsahariana.

¿Cuál es el sentido de la educación si los niños, después de cinco años en la escuela, salen sin las herramientas que necesitan?, cuestiona Pauline Rose, responsable por el informe de cerca de 500 páginas sobre la Educación Global.

En un tercio de los países analizados, menos de tres cuartos de los profesores de educación básica existentes, fueron entrenados para normas nacionales, mientras 120 millones de niños en edad primaria en todo el mundo tenían poca o ninguna experiencia escolar, de acuerdo con el reporte.

“En los últimos diez años, las personas viven en los grupos más marginalizados y continúan siendo privados de oportunidades educacionales.”, subrayó Pauline Rose en el documento.

Treinta y siete países monitoreados por el informe están perdiendo por lo menos la mitad de la suma que gastan en educación primaria, por que los niños no están aprendiendo, revela la UNESCO.

En países desarrollados como Francia, Alemania o Reino Unido, los hijos de los inmigrantes quedan atrás de  de sus pares, con dificultad para cumplir  las metas mínimas de aprendizaje.  También grupos indígenas en Australia y Nueva Zelanda enfrentan problemas similares, revela el informe.

“El acceso no es la única crisis – la mala calidad está atrasando el aprendizaje de aquellos que logran ir a la escuela”, escribe la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, en el prefacio del reporte.

Cerca de 250 millones de niños en todo el mundo no aprenden lo básico, según el documento, que recuerda que en 2011 había 57 millones de niños fuera de la escuela, la mitad de ellos en países afectados por conflictos.

Para lograr una mejoría, es necesario “profesores competentes”, argumenta el informe, haciendo un llamado a los gobiernos a formar y a colocar a los mejores disponibles para aquellos que más necesitan”.

Los profesores deben recibir formación inicial que combine “el conocimiento de los asuntos a ser enseñados con el conocimiento de los métodos de enseñanza”, bien como formación sobre “como concentrar la ayuda en los niños desfavorecidos”.

El informe recomiende además que los profesores sean ubicados “en áreas donde la ayuda es más necesaria, creando incentivos para que se comprometa la educación a largo plazo, con un “salario que se corresponda por lo menos con sus necesidades básicas, buenas condiciones de trabajo y una oportunidad de crecimiento profesional”.