Sin duda las máscaras constituyen el elemento más sugestivo del arte negroafricano. En ellas se despliega la prodigiosa capacidad creadora y la imaginación de los africanos, que se patentizan en una extraordinaria variedad formal, subrayada por la utilización, junto a la madera, materia prima fundamental, de toda clase de elementos decorativos (rafia, cauris, hojas, sartas de vidrio de colores, conchas, campanillas etc.); por otra parte, mientras que las tallas mágicas o de antepasado, casi nunca van pintadas en las mascaras el color puede ser utilizado con enorme liberalidad y en tonalidades muy contrastadas y violentas.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

A la innumerable variedad de formas hay que añadir la complejidad de significados y la multiplicidad de usos, determinados por los distintos tipos de ceremonias en las que la máscara tiene su marco especifico dentro de la sociedad tribal. En efecto, las máscaras constituyen el elemento esencial de las ceremonias funerarias, de la fertilidad de la tierra, los animales y los hombres, y en las ceremonias de iniciación de las distintas sociedades secretas, que constituyen uno de los rasgos específicos de la sociedad negroafricana. En general, cualquier acto importante de un determinado grupo social esta marcado por la celebración de ceremonias en las que son protagonistas la música, el canto y las danzas; en esas danzas participan siempre, en mayor o menor número, los enmascarados. La tipología de las mascaras es muy amplia y hay que tener en cuenta que, dentro de cada etnia y cada grupo tribal o clánico puede desplegar una marcada diversidad de formas.

Texto extraido del libro: Cómo reconocer el arte negroafricano
Autora: Carmen Huera
Editorial: EDUNSA

Gentileza de nuestro amigo y colaborador Carlos Souza (Brasil/RJ)

Un comentario »

¡Anímate! y déjanos tu comentario